miércoles, 23 de noviembre de 2011

Mi sexto mes


¡Hoy cumplo seis meses!


Seis meses de sonrisas, de amor, de abrazos, de besos, de sorpresas, de aprendizaje, de compañía, de enamoramiento total y absoluto.
Este mes ha sido crucial, el bebé ha cambiado mucho, se nota que ha crecido y las rutinas han sido las protagonistas.

Primero que nada, hay que darle mérito en dos grandes avances que dio entre el mes anterior y éste. ¡Ya no hay shows en el coche! (Aplausos) ¡¡¡Biiiieeennn!!! Al principio, empecé a sacarlo en el coche justo después de la siesta, como se levantaba relajado y tranquilo, lo metía en el coche y salía. ¡Con un stress! Pensando: ya va a llorar. Seguro como ya estoy llegando a la caja del supermercado a pagar, aquí es el momento de llorar.  Noooo, como ya estamos a una cuadra de la casa, va a llorar y voy a tener que cargarlo hasta allá ¡Con este dolor de espalda que tengo! Y así. 
Cada día que salíamos después de la siesta, no lloraba. Viendo este hecho, las salidas sólo las hacíamos después de dormir. Luego, me fui dando cuenta que aunque no durmiera, siempre que lo metía en el coche, salía tranquilo, sin llorar y sin show. ¡Aleluya! Yo creo que influyeron dos factores: está más grande y ya no hace calor (antes, cuando lo sacaba del coche, estaba súper caliente y eso tiene que ser muy desagradable)
El otro avance ha sido la silla del carro. Los shows no han desaparecido, pero se han reducido notablemente. Ahora, pasa la mayoría del tiempo tranquilo y cuando llora, es porque quiere dormirse y, normalmente, termina rindiéndose a Morfeo. ¡Otro Aleluya!

Las rutinas de las siestas están muy bien establecidas. Duerme siestas cortas cada dos horas, aproximadamente y una siesta larga de dos a tres horas en la tarde. Le damos un baño a las 7:20pm, le ponemos su pijama, le doy pecho y entre 8:30 y 9:00 ya está durmiendo. Como sólo se alimenta del pecho no duerme toda la noche, pero tampoco tiene horas fijas de despertarse, pero no suele pasar de dos veces durante la noche. Yo creo que él funciona como cualquier adulto, en ese sentido, porque nosotros tampoco dormimos igual todos los días, ni nos paramos la misma cantidad de veces al baño, ni dormimos de un tirón todos los días. No tengo ni una queja de mi amor amado.

Hace un par de semanas aprendió a voltearse solo. Primero lo intentó conmigo solo, después lo hizo mientras hablábamos con la abuelita por Skype y después, le agarró el truco y lo hacía sin parar. Tuve suerte que lo grabé en video, aquí tienen la prueba.

Digo que tuve suerte, porque ¡No lo ha hecho más nunca! Jajajajaja. Todos los días lo intenta, pero se queda a mitad de camino.

El Baby Gym que tantos ratos buenos le ha hecho pasar, ya casi no le sirve. Tiene mucha fuerza y control de las piernas y brazos, entonces lo empuja, lo bate y eso le divierte muchísimo, pero ya no puede jugar solo, tenemos que estar encima arreglándoselo todo el tiempo ¡Bebemío, mío!

A la mayoría de las mamás con las que hablo no les gusta el chupón, ni el dedo. A mi me encantaría que chupara algo, lo que sea :D. Pero David no es de esos. Se lleva los dedos a la boca, como juego, no como consuelo. El chupón se lo saca de la boca y lo usa como un juguete mas, lo mordisquea, hasta que se aburre y lo tira. Es lo que hay. Y la verdad es que yo lo entiendo, si él tiene su tetintin que le da su lechita ¿Para qué va a chupar una cosa de la que no sale nada? Lógico.


¡Ya tenemos pasaporte! Como ya tenemos los pasajes para irnos a Miami, a visitar a la familia, Bebemío no podía quedarse atrás. Así que ya tiene su primer documento legal como español.


Mañana vamos al pedi, así que cuando vayamos les informamos de cuanto ha crecido este mes.



David es un rochelero. Ya lo sabemos. Les dejo un video que le hizo ganar un montón de fans en Facebook. ¡Disfruten del guacharaquito de la casa!

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