La de frutas era un coctelito de frutas (manzana, pera, cambur y jugo de naranja recién exprimido) con cereal sin gluten (arroz) y para la noche le mandó una papilla hecha con 150 ml de leche (materna o de fórmula) y cereal sin gluten. Esto me causó una preocupación, ¿saben cuánto son 150ml de leche? ¡Es un tetero pequeño completo! Y como yo soy anti-leche de fórmula, ¿Cómo infiernos iba a hacer para sacarme 150 ml de leche diarios? ¡Todo un dolor de cabeza!
Empecé a sacarme leche con el extractor eléctrico en cada momentico libre que tenía (o sea, casi nunca) y veía que lo máximo que sacaba eran 50 ml ¡Dios!
Con los días fui notando que la naturaleza es sabia y de un momento a otro ya salían cantidades industriales ¡Toda una vaca lechera!
Al final, todo quedó en anécdota, porque el 10 de diciembre nos fuimos de vacaciones a Miami y el extractor no servía allá... No quedo más que darle leche de fórmula y ¡ya está! No pasó nada...
Hasta su 6to. cumplemes, el cochecito lo teníamos de cara a nosotros, en la visita al pediatra lo cambiamos para que mirara hacia el frente... yo extraño mirarle la carita y ahora tengo que estar más pendiente de si está bien o no, pero él lo aceptó muy bien. No sé si le gustaba más o menos que antes, porque ¡no puedo mirarle la cara! pero al menos no hemos recibido quejas ;D
En los últimos días de noviembre, la temperatura bajó repentinamente. Una tarde salimos y como íbamos tarde, tuve que sacarlo de la siesta directo a la calle. Como estaba comodito en la cama, el contraste con el frío le puso las manitos heladas y los labios moraditos... ufff, lo abrigué hasta el cuello y se calentó inmediatamente. Con las bajas temperaturas hemos sacado la ropita más abrigada, ya pueden ver lo guapo que se ve.
Como ya les hemos contado, en su cuna le gusta mucho jugar. no le habíamos bajado el colchón, porque no lo habíamos sentado aún. Un día lo fuimos a sentar y nos encontramos con que el móvil le pegaba en la cabeza. Le bajamos el colchón y ¡voilà!
Lo más relevante de este mes ha sido el viaje a Miami, a pasar la Navidad con la familia. Hay mucho que contar.
A mi me preocupaba el vuelo. Es un viaje muy largo, de 9 horas, él es un bebé que no camina, que depende de nosotros 100% y pensé que sería un viaje muy cansón para nosotros. Más equivocada no pude estar. El madrugonazo fue duro, pero Bebemío se portó maravillosamente bien en el vuelo. Le estuvo sonriendo a todos sus vecinos, todo el tiempo y los tenía conquistados. Comió su compota y su papilla (en tetero) a sus horas correctas y perfectamente bien. Cuando se ponía inquieto era que tenía sueño, comía, dormía y se levantaba sonriendo de nuevo. Le asignaron una cunita, en la que no durmió, pero que nos sirvió para que se quedara jugando mientras nosotros comíamos.
Cuando llegamos a Miami, el calor le afectó, parecía un inglesito con los cachetes rojos todo el tiempo. Se le veía el cansancio, pero lo que hicimos fue esperar la hora en la que le damos el baño para irse a dormir, le dimos su comida y lo acostamos. Se durmió inmediatamente y pasó la noche muy bien. Durmió muy bien todas las vacaciones. El vuelo de regreso fue lo mismo, se portó como un campeón.
Allá conoció a parte de la familia que no había podido venir a su nacimiento. Con sus sonrisas y su buen humor los enamoró a todos, hasta por la calle todos tenían que ver con él... es que es un conquistador.
Estando allá cumplió los 7 meses. Su celebración de cumplemes nos trajo hasta los bomberos, gracias a la bruta de su madre. En la mañana el papi se fue con el abuelo y el tío a una reunión de trabajo y la mami se lo llevó a casa del otro tío a visitar a los abuelos, para luego salir a hacer diligencias. Cuando vamos al carro (que era un Yaris alquilado, con seguros y vidrios manuales), yo lo siento en su sillita, le prendo el carro y el aire (hacía mucho calor) y no tuve mejor idea que cerrar el seguro de la puerta del copiloto y cerrar la puerta... ... ... sólo unas milésimas de segundo necesité para darme cuenta que había encerrado al bebé en el carro, con las llaves dentro. Muy inteligente. Bueeeenooo, menos mal que estaba con la abuela que me dijo "llama a Nelson" que se acababa de ir con las niñas... ellos llamaron al 911 y vinieron los bomberos y la policía a sacar al bebé. Tardaron bastante en abrir el carro. Al ser manual, no funcionaba nada de lo que hacían. Qué angustia, lloré, me torturé, fue horrible. Hasta que lo sacaron. Bebemío casi ni se dio cuenta, estuvo tranquilo y sonriendo todo el tiempo, hasta casi al final que empezó a llorar. Lógico, tenía un rato ahí sin que el carro se moviera ni nada.
El bombero nos dijo que cuando creciera lo podíamos llevar a que le dieran un paseo en el camión de bomberos ¡Bebemío!
El día 24 fuimos a desayunar con mis amigos de la universidad. ¡Pasamos un rato riquísimo!
La celebración de Nochebuena fue en casa del tío Nel ¡Espectacular! Pusieron mesas, sillas y luces en el jardín, toda una fiesta veraniega en pleno diciembre. La tía Rocío le había regalado a Bebemío un monito escocés de príncipe para esa fiesta y una pijama navideña para la noche. Pero el monito era muy grueso y estaba sudando desde que se lo pusimos. Comió y se durmió a su hora y aunque había mariachis y muchísimo ruido, él se quedó durmiendo tranquilito en su coche. Se despertó un pelín antes de recibir al niño Jesús, pero se volvió a dormir... así que sus regalos los recibió el 25.
El día de Navidad, desayunamos en casa de la tía Vikki. Le entregaron sus regalos, lo disfrutó, hasta que le dió sueño, claro, normal :D Ese día le hicieron una sesión de fotos con las primas, los abuelos y las tías ¡Bellísimos!
Resumiendo sus avances del mes: se sienta mejor, pero aún cuando se cansa se va de lado, por eso siempre le pongo almohadas para amortiguar un poquito. Cenar cereales con leche ha hecho que duerma más profundo y por más tiempo. Él siempre ha dormido bien, pero ahora se nota la diferencia muchísimo. En el baño se divierte más, ahora le da golpes al agua y le divierte el efecto que hace. Nos bañamos todos, pero nos reímos mucho también. La cita con el pediatra la tiene esta semana, ya les contaremos cuánto hemos crecido.
Para despedirnos, les dejamos un video con las primeras carcajadas oficiales (que ahora se repiten cada dos por tres)
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