Los Rodriguez Ramirez: enero 2012

Vestido con el body regalo de Navidad de sus tíos Gaby y Danny

En este mes hemos avanzado muchísimo, el cambio es inmenso y lo estamos disfrutando mucho.

Cuando estábamos en Miami, el bebé estaba rodeado de mucha gente todo el tiempo, estuviésemos en casa de mi cuñado Ricardo, en casa de mi hermano o en Walmart. De estar solito conmigo todo el tiempo, pasó a estar rodeado de gente y de bullicio a montones.

Allá nos dimos cuenta que el esfuerzo de tantos meses haciéndole su rutina para dormir, había valido la pena. Donde estuviésemos, hacíamos las mismas cosas que aquí: su baño relajante, la comida viendo la tele y a dormir con mamá... y obteníamos los mismos resultados que aquí: un bebé que dormía tranquilo una buena cantidad de horas seguidas. Aunque estuviésemos en un parque de Orlando, le dábamos el tete a su hora y se dormía como si estuviese en su cama. Una maravilla. Claro, no se puede olvidar que el jet-lag también le afectaba positivamente, porque a la hora que se iba a dormir, ya para él era tardísimo y por ello se dormía en un segundo.

En las vacaciones, como les decía, siempre estábamos rodeado de mucha gente, todos tenían que ver con él, le hacían cariño, lo cargaban, por primera vez me despegué de él para ir al cine y se quedó con su tía Ro y los abuelos y por lo que cuentan estuvo bien, hasta ya casi cuando íbamos llegando que ya nos extrañaba, pero nada que un paseo en cochecito no solucionara.

Cuando regresamos, el cambio fue muy brusco y yo creo que le afectó bastante. Los primeros días estuvo llorando casi todo el día. No había razones para su llanto, yo creo que le pegó un poco la soledad.

Los primeros días también empezó a soltar la lengua: MAMAMA MEMEME. Ha seguido experimentando todo el mes, hasta la semana de su cumplemes que empezó a decir MAMA perfecta y claramente. También dice BEBE y BABÁ. Su primera palabrita fue BEBÉMAMÁ y aunque sé que no es para llamarme a mi ¡me encanta!

El regreso también le afectó el sueño. Antes de irnos, hacíamos la rutina y lo acostábamos tipo 8. A las 8:30 ya estaba dormido, hasta las 12 por lo menos. En Miami era igual. Pero cuando regresamos, hasta eso cambió. Ahora hacemos lo mismo, pero no duerme corrido, se despierta prácticamente cada hora, hasta que apagamos las luces, que duerme un poco más seguido, pero no ha vuelto a ser como antes del viaje. Ya mejorará.

Este mes vino a conocerlo la abuelita Juana ¡Qué chévere!

Otro cambio ha sido el intento de que pase un tiempo en la guardería, para yo poder empezar a trabajar un poco. La idea era dejarlo de 3 a 4 horas, dos veces a la semana y dependiendo de como le fuese, ir aumentando eso, agregando un día más y así. Lo llevé por primera vez un martes y sólo para dejarlo dos horas. Como era el primer día, yo me vine a la casa a limpiar, no tenía cabeza para trabajar y limpiando se me pasaría el tiempo más rápido.

Cuando llegué a buscarlo, me lo encontré hinchado de llorar y cuando me vio arrancó a llorar a todo pulmón. Ya sabía que sería así, qué dolorcito de corazón. Me dijeron que lloró bastante, porque cuando son más pequeños no se dan mucha cuenta de la separación, cuando son más grandes lloran porque saben que consiguen cosas llorando, pero a esta edad lloran porque extrañan. Qué dolor. Ese día en lo que llegó a la casa se calmó, cuando se sentó con sus juguetes, empezó a sonreír. Esa tarde la pasó bien y durmió bien por la noche. Bueno, el jueves lo volví a llevar, pero sólo una hora y media. Me lo encontré igual, pero un poquitín mejor, porque se calmó mucho más rápido.
Ese viernes vimos la primera consecuencia seria de la guardería. Como a la 1:30am estaba viendo tele en la cama, mientras él dormía. De repente empezó a toser y empezó a vomitar, sin parar. Nunca había pasado eso. Llamé a Mimo, que veía tele en la sala y cuando llegó se asustó con lo que vió. Parecía la niña del exorcista. Hasta que paró. Mimo empezó a cambiar las sábanas y a limpiar, mientras yo le cambiaba la ropa y lo limpiaba, sabiendo que si volvía a vomitar tendríamos que llevarlo a emergencias. Estaba tranquilo, lo acostamos y con el pecho para dormirse. A los 5 minutos empezó a vomitar otra vez. Nada, lo llevamos a la clínica. Lo vieron bien, nos dijeron que había un virus rodando, que seguro lo habría agarrado en la guardería (Damn!) que si tenía fiebre o diarrea, lo volviera a llevar. Qué lástima cargar con el bebé de madrugada, por ahí, con ese frío... Pues bueno, al menos pasó bien el fin de semana.

Ese mismo sábado vinieron a conocerlos sus primos Mariela y José. No lo conocieron en su mejor momento, pero no faltaron las sonrisas de conquista y pasamos una rica tarde :D

Le tocaba su cita de los 8 meses con el pediatra, pero como ha estado malito e inapetente, no lo pesaron ni nada, me dio las indicaciones por si le daba diarrea y le pasó la cita para el 7 de febrero.

Para resumir, el virus sigue atacándolo, le dio diarrea y ya la superó. Tiene moquitos y está rarito, que se nota que no se siente perfectamente bien. Poco a poco irá mejorando.

Otro avance de este mes, ha sido el perfeccionamiento de sus movimientos. Como ya está más grande, sus necesidades de espacio han aumentado y como no tenemos más, quité la mesa de centro, puse su alfombra de goma sobre la alfombra que ya estaba, almohadas, juguetes y ¡Listo! ¡Un súper espacio de juegos frente a la tele! Este espacio le ha ayudado a experimentar mucho y su principal objetivo es trasladarse. Primero, se acostaba e iba a rodando de sitio en sitio. Luego empezó con una especie de gateo, pero hacia atrás. En la semana de su cumplemes aprendió a sentarse, desde la posición de acostado. También está aprendiendo a lanzar los brazos hacia adelante, hacia la posición de gateo. O sea, ya agarra la posición, pero aún no avanza hacia adelante, pero trasladarse se traslada y poco a poco va perfeccionando la técnica.

Un día lo pillé en la cuna arrodillado y agarrado con las dos manos de los barrotes. Aparte de parecer un preso, me impresionó que ya hace esos intentos como para pararse ¡Tenemos un bebé grande!

También tiene un programa favorito en la tele en un canal hecho para bebés: BabyTv y el programa se llama Pitch & Potch and The Sound Machine.

Aquí les dejo un videíto del señorito viendo la tele...

El 3 de enero fuimos al pediatra para la cita de los 7 meses, que correspondía al 23 de diciembre.
El príncipe pesa 9 kilos (la báscula no se decidía entre 8, 940 y 9,010, así que tomamos el promedio) y mide 70 cms.

En esta ocasión le mandó cambios en las comidas: la papilla de frutas a las 4:00pm y un poco más grande. La de cereales de la noche, el doble de cantidad que antes y le mandó un puré de vegetales con pollo o carne.
Puré de vegetales con pollo o carne: calabaza o calabacín, judías verdes, papa, zanahoria y pollo, todo hervido y licuado. Intercalando el pollo con carne a la plancha. Al servir, agregarle una cucharada de aceite de oliva.
Aceite de oliva. Este ha sido el ingrediente de conflicto. Si se lo pongo, llora. Si no se lo pongo, llora menos. Mi mamá dice que se lo quite, yo digo que tengo que dársela. Así que como se la mandó el médico, no hay negociación. Lo que he ido haciendo es ponerle una cucharadita todos los días y así, poco a poco, se ha ido acostumbrando al sabor y cada día pelea menos... Les dejo un video de muestra del primer día del puré de vegetales...